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jueves, 29 de agosto de 2013

"En la tienda de la florista", un poema de Jacques Prévert.

Un hombre entra en la tienda de la florista
y elige flores
la florista envuelve las flores
el hombre se lleva la mano al bolsillo
para buscar el dinero
el dinero para pagar las flores
pero al mismo tiempo se lleva
súbitamente
la mano al corazón
y cae

Al mismo tiempo que cae
el dinero rueda por el suelo
y también las flores caen
al mismo tiempo que el hombre
al mismo tiempo que el dinero
y la florista se queda allí
ante el dinero que rueda
ante las flores que se marchitan
ante el hombre que se muere
sin duda todo es muy triste
es necesario que la florista
haga algo
pero no sabe qué hacer
no sabe
por dónde empezar

Hay tantas cosas por hacer
con ese hombre que se muere
esas flores que se marchitan
y ese dinero
ese dinero que rueda
que no deja de rodar.

     (Jacques Prévert, de "La pluie et le beau temps", traducción de César Rojas copiada de la página www.amediavoz.com)

miércoles, 28 de agosto de 2013

"Si oyes correr el agua", un poema de Álvaro Mutis.

Si oyes correr el agua en las acequias,
su manso sueño pasar entre penumbras y musgos,
con el apagado sonido de algo
que tiende a demorarse en la sombra vegetal.
Si tienes suerte y preservas ese instante
con el temblor de los helechos que no cesa,
con el atónito limo que se debate
en el cauce inmutable y siempre en viaje.
Si tienes la paciencia del guijarro,
su voz callada, su gris acento sin aristas,
y aguardas hasta que la luz haga su entrada,
es bueno que sepas que allí van a llamarte
con un nombre nunca antes pronunciado.
Toda la ardua armonía del mundo
es probable que entonces te sea revelada,
pero sólo por esa vez.
¿Sabrás, acaso, descifrarla en el rumor del agua
que se evade sin remedio y para siempre?

     (Álvaro Mutis: "Antología", ed. Plaza & Janés, 2000, pp. 76)

sábado, 24 de agosto de 2013

Un poema de Ben Clark.

                     XII

LO que viene después de lo peor
es algo muy difuso, algo muy nimio.
Un tiempo que quizás, si no existiera,
tan solo extrañarían los taxistas
que se han acostumbrado con los años
a distinguir perfectamente cuando
tenemos la pupila fracturada,
la frente algo más gris y en las rodillas
un temblor que preludia la avalancha.
Entonces aprovechan - como lo hace
también la vida siempre en estos casos -
y nos cobran más cara la carrera. 

     (Ben Clark: "Los hijos de los hijos de la ira", ed. Hiperión, 2006, pp. 27)

viernes, 23 de agosto de 2013

"Tarde de abril", un poema de Aurelio González Ovies.

La luz. La tarde. El hombre.
El rebaño y el perro que regresan.
Las chimeneas que asoman sobre
octubre.
El pueblo y su silencio azul de cal y hortensias.
Vale la pena ser mortal y carne.

Tanta beatitud - un mirlo canta -
merece nuestra ausencia.

     (Aurelio González Ovies: "Esta luz tan breve [Poesía, 1988 - 2008]", ed. Saltadera, 2008, pp. 176)

jueves, 22 de agosto de 2013

"Basura", un poema de C.K.Williams.

Yo soy tu basurero. Lo que tú dejas,
me lo guardo para mí, lo quemo o lo tiro
al vertedero o desde gabarras al río delicioso.
Tus viejos calzones de color marrón ahora son míos,
por ellos sé
cuáles fueron tus sueños. Recuerdo
cómo una vez, en un armario, con zapatos
susurrando y bolas de naftalina, te agarraste
y lloraste como una mujer. Tus noches apestan
a pantallas de lámpara podridas, a tinteros y a seda
porque mis hombres y yo, con nuestros rastros
de orina y huevos blandos y nuestras largas escobas
siseando, nos acercamos.
¿Qué hacen con los riñones y los dedos de los pies
en los hospitales? ¿Y dónde fue a parar tu viejo perro,
el que se meaba en la alfombra y gruñía?
Ahora están en mi casa, y lo que rechina
en los dientes de tu mujer mientras duerme
es mío. Está masticando
embriones, los ojos de tu amante,
vuestra guía telefónica y el vaso vacío
que dejaste en la cocina. Y en tu cuerpo,
al que murió allí y se pudre
secretamente entre los dedos de tu espíritu,
le está sacando los genitales, canasta
tras canasta,
y machacándolo todo en la trituradora.

     ( C.K.Williams. Traducción de Roger Wolfe en "Hay una guerra", ed. Huerga y Fierro, 1997, pp. 96 y 97)

miércoles, 21 de agosto de 2013

"La belleza", un poema de Jesús Lizano.

¿Y si os dijera que la belleza
se encuentra en todas las cosas,
que ilumina todos los mundos,
que alienta todos los cambios,
que se deshace y recupera
sus formas, sus alianzas,
que se funde y solidifica,
se extiende y se recoge,
se esconde y se manifiesta,
baila en una partícula,
se pasea en un astro,
despierta en todas las voces?
¿Y si os dijera
que no está en la imagen sino en el impulso,
en la atracción que nos envuelve,
que la belleza
está naciendo continuamente,
que basta diluirse en ella
para olvidarse de nuestra finitud,
de nuestra esencia escindida,
confusa, turbulenta?
¿Y si os dijera
que la fuerais llamando,
que abrierais las ventanas de los sueños y de las cosas?
Qué cosa no fue antes un sueño
y qué sueño existiría
si no existiera la belleza.
Ella la que sufre,
la que grita, la que proclama
la libertad de las cosas,
la libertad de los sueños,
atraviesa los ojos,
atraviesa las manos,
se confunde con las lágrimas,
emerge de todos los movimientos,
engendra nuestros deseos.
¿Y si os dijera que el universo
sólo es el mensajero de la belleza?
¿Y si os dijera
que morir es diluirse en la belleza,
transformarse en mundo,
que el mundo sólo es belleza transformándose,
que vivir es transformarse en belleza?
¡Habría conquistado la inocencia!

     (Jesús Lizano: "Segunda parte de Lizanote de la Mancha (o la conquista de la inocencia)", ed. El Ciervo 96, 1999, pp. 43 y 44)

lunes, 19 de agosto de 2013

Cuatro poemas de Izet Sarajlic.

     [Poemas escritos durante el cerco a Sarajevo, 1336 días]

LA SUERTE A LA MANERA DE SARAJEVO

En Sarajevo,
en esta primavera de 1992,
cualquier cosa es posible.

Estás en una cola para comprar el pan
y despiertas en un hospital
con una pierna amputada.

Después, incluso reconoces que has tenido mucha suerte.

.....

LA QUEMA DE LOS LIBROS

Para protestar contra la indiferencia de la opinión pública internacional
algunos miembros de la Unión de Escritores
han anunciado que hoy
quemarán en público sus propios libros.

En su comunicado
veo que figura también mi nombre.

Es cierto,
apruebo de corazón esta protesta
contra la indiferencia del mundo,
pero yo nunca quemaré mis libros.

En primer lugar, porque los amo
y después porque será mejor
enviárselos a Ismar,
que hoy trabaja como farmacéutico en Suiza,
para que recuerde
la época en que reparaba mi techo
tapando los agujeros causados por las granadas.

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TEORÍA DE LA DISTANCIA

La teoría de la distancia la han inventado los estrictos,
aquellos que no quieren arriesgar en nada.

Yo pertenezco a aquellos
que creen que del lunes
se debe hablar el lunes;
es probable que el martes sea demasiado tarde.

Obviamente es difícil estando en la cantina,
mientras caen los proyectiles,
escribir poesía.

La única cosa más difícil es no escribir.

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NUESTROS ENCUENTROS DE AMOR EN EL LEÓN

Qué hermosa vejez pudimos haber tenido
tú y yo
sin toda esta locura nacionalista eslavo meridional.

Y en cambio,
después de todo sólo nos han quedado
estos encuentros de amor tristes
en el cementerio del León.

Ahora quiero decirte
que por momentos logro ser feliz
en medio de esta infelicidad
cuando en el cementerio me sorprende la lluvia.

Cuánto me gusta empaparme junto a ti.

     (Izet Sarajlic: "Sarajevo", ed. Valparaíso, 2013, pp. 38, 55, 61, 73. Traducción de Fernando Valverde).

sábado, 10 de agosto de 2013

"El pésame", un poema de David González.

      El Cejas se ha colgado de mí
y    quiere follarme el culo a toda costa.
      Pero él solo no va a poder conmigo,
y    lo sabe. Entonces lo habla con el Tajas
y    con el Bullati. A cambio de su ayuda les dará
      una caja de Rohipnol a cada uno.
      Su plan es éste:
      el Tajas y el Bullati me llevan a la sala
      de la televisión. Allí me dan una paliza
      que me deja hecho polvo,
      así cuando luego aparezca el Cejas
      no estaré en condiciones de plantarle
      cara y podrá darme por el culo
      a su entero placer. Ahora bien,
      la noche antes
      la palma la madre del Tajas
y    el Tajas, agobiado, no quiere seguir adelante
      con el plan. El Bullati tampoco.
      La pregunta es casi obligada:
      ¿debo darle el pésame al Tajas?

          ( David González: "El demonio te coma las orejas [1997 - 2008]", ed. Glayíu, 2008, pp. 108)

martes, 6 de agosto de 2013

Un poema de Gaston Ultraa.

Nada está en auge. Todo está en decadencia.
Así como dios no está en todo, todo
no está en uno
ni mucho menos depende de uno.

No suelo comprar la paz interior de los feriantes.
Prefiero la locura del hombre atormentado.
La locura del hombre
atravesado por las pasiones,
la razón de aquel que está en búsqueda.

Nada está en auge. Todo ha comenzado a caer;
a resquebrajarse en lo más alto las cúpulas;
a perder el sabor las frutas,
a envejecer el libro, la flor;
a agrietarse el cielo.

Sin embargo, cuando te pienso todo se detiene,
todo resiste,
todo se reagrupa, se unifica,
se empequeñece y vuelve a su vientre.
Y el deseo de besarte
da a luz los besos, los besos
a las miradas
y desde tu mirada todo es nuevo.

Este sentir,
este furor inoportuno,
este recordar a destajo.
Tu presencia insurrecta
en un mundo
en donde nada estaba en auge.
En un mundo
con esta variedad de colores,
con este magnífico atardecer.

     (Gaston Ultraa, copiado de su muro de facebook).