HAY UN GATO
en la calle
husmeando
con sigilo
la basura.
Son sus ojos
lo que brilla
entre las sombras
de los cubos.
Puedo verlo
desde aquí, acodado
en la ventana.
Concentrado
en la comida,
no le importa
que lo mire.
Es muy negro
y en la frente
tiene una mota blanca.
(Miguel Merino: "Hierros invisibles", ed. Huacanamo, 2010, pp. 14).
No hay comentarios:
Publicar un comentario