De repente se abrirá la ventana
y mi madre me llamará
es tiempo de regresar
se abrirá la pared
entraré en el cielo con zapatos enlodados
me sentaré a la mesa y bruscamente
contestaré las preguntas
no me pasa nada dejadme
en paz. Con la cabeza entre las manos
sigo sentado. Cómo les
voy a hablar a ellos de este largo
y enredado camino.
Aquí en el cielo las madres con agujas
tejen bufandas verdes
zumban las moscas
mi padre dormita cerca de la chimenea
después de los seis días de trabajo.
No - no les puedo
decir que el hombre se lanza
a la garganta del hombre.
.....
Entre tantos quehaceres
muy urgentes
he olvidado
que también es necesario
morir
imprudente
descuidé este deber
o lo cumplía
superficialmente
a partir de mañana
todo cambiará
empezaré a morir cuidadosamente
con sabiduría y optimismo
sin perder el tiempo
(Tadeusz Rózewicz: "Inquietud", ed. El Tucán de Virginia, 1993, pp. 26 y 59. Traducción de Jan Zych).
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